Tecnología al servicio de tu salud visual
Hemos invertido en lo último en tecnología médica de Oftalmología para poder detectar la presencia de cualquier patología antes de que haya causado algún daño irreversible en la visión.
La frecuencia con la que debes visitar al oftalmólogo puede variar según tu edad, salud ocular y factores de riesgo individuales.
Si usas anteojos o lentes de contacto, se recomienda realizar exámenes oculares anuales o según la recomendación de tu oftalmólogo para asegurarse de que tu prescripción sea adecuada y no haya cambios significativos en tu visión.
Si tienes algún problema ocular conocido, tu oftalmólogo te indicará con qué frecuencia debes programar citas de seguimiento para controlar y manejar adecuadamente la condición.
Para adultos jóvenes sin problemas oculares conocidos se recomienda un examen ocular de rutina cada dos años como medida de prevención. A partir de los 40 años, se sugiere una visita anual debido a cambios relacionados con la edad.
Los niños también deben someterse a exámenes oculares regularmente, ya que los problemas visuales pueden afectar su aprendizaje y desarrollo. Los exámenes oculares pediátricos se pueden realizar a partir de los 6 meses de edad y luego seguir con evaluaciones periódicas durante la infancia y la adolescencia.
La revisión periódica de la visión con un oftalmólogo es importante, incluso si no tienes problemas visuales aparentes. Estas revisiones permiten la detección temprana de problemas oculares, la prevención de complicaciones graves, la corrección de errores refractivos y el monitoreo de cambios en la visión.
Además, el oftalmólogo evalúa la salud ocular en general y brinda consejos para el cuidado adecuado de los ojos. Es una medida preventiva inteligente para mantener una visión óptima y asegurar una buena salud ocular a lo largo del tiempo.
Prepararse adecuadamente para una cita oftalmológica puede ayudar a que la consulta sea más eficiente y productiva. A continuación te compartimos algunas recomendaciones:
Recopila información médica: Haz una lista de tus antecedentes médicos, incluyendo cualquier problema ocular previo, lesiones o cirugías oculares, así como cualquier otra condición médica relevante.
Registra tus síntomas: Anota cualquier síntoma o molestia ocular que hayas experimentado, incluso si parece menor, como visión borrosa, ojos rojos, picazón o sensibilidad a la luz. Describe cuándo comenzaron los síntomas y si han cambiado o empeorado con el tiempo.
Haz una lista de medicamentos: Anota todos los medicamentos que estás tomando actualmente, incluyendo suplementos y medicamentos de venta libre.
Lleva tus lentes o lentes de contacto: Si usas gafas o lentes de contacto, llévalos contigo a la cita para que el oftalmólogo pueda revisarlos y evaluar si necesitas una nueva receta.
Lleva registros anteriores: Si has tenido exámenes oftalmológicos previos o pruebas específicas, lleva los informes o resultados a la consulta.
Recuerda que nuestros oftalmólogos especialistas están a tu servicio para responder a todas tus preguntas. No dudes en comunicar cualquier preocupación o cambio en tu visión para que puedan brindarte el mejor diagnóstico.
En general, no suele haber restricciones alimentarias antes de una consulta oftalmológica. Puedes comer normalmente antes de tu cita. Sin embargo, si el médico te va a realizar algún procedimiento específico que requiera ayuno previo, te lo indicará con anticipación.
En cuanto a los medicamentos, es importante informar al oftalmólogo sobre cualquier medicamento que estés tomando, ya sean recetados o de venta libre, incluyendo vitaminas o suplementos. Algunos medicamentos pueden afectar la visión o interactuar con los tratamientos que puedan recomendarte, por lo que es fundamental que proporcionen un cuadro completo de tu historial de medicamentos.