INDICE DEL CONTENIDO
La conjuntiva es una membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo (esclera). Cuando la esclera se inflama por diversas circunstancias se llama conjuntivitis.
Existen diferentes tipos de conjuntivitis que podemos identificar según su aparición:
Son aquellas que tienen secreciones abundantes amarillo verdosas. Además, suelen ir acompañadas de enrojecimiento del ojo y posee una tasa alta de contagio
Depende de la gravedad, tu médico Oftalmólogo puede recetarte antibiótico en presentación de gotas o pomadas. Estos pueden reducir la duración de la infección, alguna otra complicación y posibles contagios a personas de tu entorno.
Para casos mas leves, no es necesario un tratamiento en especifico o antibióticos, ya que en el plazo de 2 a 5 días puede mejorar, pero desaparece por completo aproximadamente en 2 semanas.
Este tipo de Conjuntivitis no es contagiosa y se produce cuando los ojos reaccionan a algo que los irrita (alérgeno), como consecuencia los párpados y la conjuntiva se vuelven rojos se hinchan y producen mucha picazón, lagrimeo y ardor.
La prevención es la mejor medicina; es decir, identificar el alérgeno que está provocando el problema, estos pueden ser: Polen, Moho, pelo de animales domésticos, ácaros del polvo, productos cosméticos, entre otros. Para aliviar los síntomas es necesario usar lubricantes, antihistamínicos tópicos y orales si está relacionado a un problema respiratorio. Si la inflamación persiste, probablemente sea necesario el uso de un corticoide tópico.
Es mayormente ocasionada por el inicio de un resfrío y sobre todo por las condiciones climáticas del otoño e invierno. Es en esta época donde hay mayor índice de este tipo de conjuntivitis causada por los adenovirus, enrojeciendo el ojo y provocando la secreción del mismo.
Usualmente puede llegar a desaparecer por sí sola con el paso de algunos días sin necesidad de antibióticos o algún tratamiento. Este tipo de conjuntivitis suele ser bastante contagiosa y a los primeros síntomas es recomendable asistir a un oftalmólogo especialista.
Provocada principalmente por la entrada de algún cuerpo extraño en el ojo, así como también, el contacto por sustancias químicas, humo o polvo, también puede ocurrir cuando el lente de contacto ha sido usado por más tiempo de lo recomendado o no fue limpiado correctamente. Usualmente no es contagiosa
Es recomendable que por la condición climática de invierno se pueda producir sequedad y si no hay una lubricación adecuada, el ojo puede manifestar síntomas como picazón, ardor y una visión borrosa. Adicionalmente, la radiación ultravioleta en esta época tiene fuertes consecuencias, ya que el sol se sitúa más abajo y en diferente ángulo, causando daños en el ojo, por ello es recomendable el uso de gafas de sol con protección de 400 UV.
Dra. Lily Peralta– Director Médico y Oftalmóloga
Clínica OftalmoSalud – Sede San Juan de Miraflores