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La presencia de cuerpo extraño ocular es una de las causas más frecuentes en la emergencia oftalmológica. Éstos pueden ser, únicos o múltiples y en la mayoría casos se alojan a nivel de la córnea y/o conjuntiva como consecuencia de accidentes profesionales.
Sin embargo, existen cuerpos extraños que se pueden alojar a nivel intraocular (dentro del ojo) causados por partículas de tamaño pequeño que desarrollan una alta velocidad; como las esquirlas que se producen al martillar, al realizar actividad de soldadura o por un perdigón.
La mayoría de las lesiones producidas por un cuerpo extraño incrustado en la córnea o en la conjuntiva no son peligrosas y no provocan un daño significativo en los ojos. Por el contrario, aquellos que son de carácter penetrante, sí pueden ser muy graves y causar lesiones que pueden llevar a la ceguera si no se detectan y tratan precozmente.
Generalmente un cuerpo extraño ocular produce en el paciente principalmente: sensación de cuerpo extraño, sensibilidad a la luz, lagrimeo y ojo rojo. Si la irritación se hace persistente puede acompañarse de secreciones o producir una cicatriz en la superficie de córnea, que en algunos casos podría producir disminución de la visión. En casos de cuerpos extraños intraoculares se produce una baja de visión brusca y se puede acompañar de hemorragias intraoculares.
Diagnóstico de cuerpo extraño en el ojo
El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de las abrasiones corneales y los cuerpos extraños puede ayudar a prevenir infecciones. El diagnóstico se basa en los síntomas, las circunstancias en las que se ha producido la lesión y el examen físico. Si se sospecha la existencia de cuerpos extraños intraoculares, puede ser necesario realizar una Ecografía ocular para corroborar el diagnóstico.
Tratamiento de cuerpo extraño en el ojo
El médico examinará el ojo afectado usando un colorante llamado fluoresceína que permite la detección de materiales extraños en la superficie ocular. Además, se realizará una maniobra para poder voltear el párpado (tanto superior como inferior), ya que normalmente los cuerpos extraños terminan siendo alojados en estas zonas. Luego se procederá a quitar el cuerpo extraño con un hisopo estéril o una aguja pequeña para extraer alguna partícula incrustada en el ojo. Esta maniobra se realiza con gotas de anestésico local y no duele. Posteriormente, de acuerdo con la localización del cuerpo extraño, en algunos casos necesitaríamos colocar un parche compresivo por 24 horas. En otros casos se le indicará el uso de lágrimas artificiales y un antibiótico tópico.
Recomendaciones Generales:
Dra. Lily Peralta– Director Médico y Oftalmóloga
Clínica OftalmoSalud – Sede San Juan de Miraflores