Entre los motivos de consultas más frecuentes que hay en las clínicas oftalmológicas está el derrame ocular.
Imagina verte un día en el espejo y notar una pequeña mancha roja en el ojo. De seguro te asustaría bastante, por lo que estarías preocupado por tu bienestar.
Es por ello que en este artículo responderemos todas las dudas que tengas sobre el derrame en el ojo, sus causas y tratamiento.
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El derrame ocular, o hiposfagma, es un sangrado hemorrágico que se produce por la ruptura de los capilares sanguíneos y que se manifiesta en la conjuntiva bulbar.
Cabe mencionar que al hablar de la conjuntiva bulbar, nos referimos a la pequeña membrana que cubre la parte blanca del ojo.
Cuando surge el derrame ocular, se manifiesta una mancha roja que afecta la apariencia del ojo. Dado que es indoloro, solo puedes detectarlo al mirarte al espejo o cuando alguien te mire a los ojos.
Por lo general, el único síntoma visible que tiene el derrame en el ojo es la mancha en el área de la esclerótica.
Hay personas que manifiestan sentir alguna irritación leve, aunque no es demasiado frecuente.
Pese a todo, no hay dolor alguno ni tampoco se altera la vista. Si sientes algún malestar posterior, acude de inmediato con un oftalmólogo.
Existe el mito de que el estrés provoca el derrame ocular. Sin embargo, en realidad la causa específica es la presión arterial alta que surge por las alteraciones del comportamiento.
Otras causas que lo provocan son más bien físicas, como frotarse los ojos con fuerza o recibir un golpe directo en el globo ocular.
Seguidamente, está el esfuerzo extremo que se realiza al levantar pesas o hacer ejercicios intensos.
Otras causas por las que podrías tener un derrame en el ojo pueden ser los vómitos o el estreñimiento, donde aumenta tu presión y bloquea a los vasos sanguíneos, causando su colapso.
Sumado a ello, existen otros factores como la hipertensión, la diabetes, la arteriosclerosis y demás enfermedades hematológicas.
Por lo general, no existe un tratamiento como tal, a menos que haya otras lesiones visibles o enfermedades derivadas. La hemorragia subconjuntival suele desaparecer por sí solo en unos días o semanas.
De igual forma, puedes tomar algunas medidas para evitar molestias asociadas, como por ejemplo:
Asimismo, debes seguir el tratamiento recomendado por tu oftalmólogo, que puede ir desde hacer el control de una enfermedad hasta realizar una intervención quirúrgica.
Incluso si no acudes al médico, la mancha del ojo puede desaparecer de forma gradual en un lapso de 10 a 15 días.
Durante ese periodo, verás que el tono rojo se irá oscureciendo de a poco, hasta comenzar a desaparecer.
Luego, tu ojo lucirá amarillento y, ya para los últimos días, recuperará su color normal.
En sí mismo, el derrame ocular no es preocupante y no afectará a tu vida normal. Sin embargo, si pasan más de tres semanas y la mancha persiste, quizás haya surgido otra complicación.
Algunas señales de que la situación es más grave de lo que parece son los dolores de cabeza y otros problemas como la visión borrosa.
También están los derrames del ojo generados por otros derrames, casos en los que sí es necesario acudir al médico, ya que la recurrencia puede ser indicativo de problemas subyacentes graves.
A continuación, resolveremos algunas dudas habituales sobre el tema.
De primera, no hay una relación directa entre un derrame ocular y dolor de cabeza, ya que las causas pueden ser distintas.
Por otro lado, si sufres de estrés o tensión ocular, ahí sí podría considerarse como factores comunes de esos malestares.
Es muy probable que eso ocurra, dado que la presión alta genera daños en los vasos sanguíneos de la retina.
La hipertensión arterial también genera bloqueo en las venas y arterias, así como daños al nervio óptico por falta de circulación sanguínea.
Sí, los niños también pueden sufrir de derrame ocular, ya que se trata de una afección asintomática.
Por lo general, se produce debido a algún golpe mientras juegan, pero también puede deberse a ciertas infecciones o enfermedades hematológicas.
Otra causa del derrame ocular en niños puede ser una tos prolongada e intensa que les genere demasiado esfuerzo.
Cabe recalcar que los recién nacidos tienden a sufrir derrames en el ojo con frecuencia. Esto se debe al cambio de ambiente que sufren en todo su cuerpo tras el parto.
Lo recomendable es no usar ningún remedio casero, dado que podrías ser alérgico a algún producto y solo empeoraría la hemorragia.
Además, algunos productos provocan desde irritación hasta quemaduras, por lo cual el problema podría complicarse.
Tampoco debes automedicarte con fármacos, porque podrías tener alguna condición física que empeore el malestar.
Lo único que funciona en estos casos es evitar frotarse los ojos y hacer el chequeo médico adecuado.
Por lo general, no hay una secuela por el derrame ocular si se trata a tiempo, ya que en sí no afecta a tu sentido de la vista.
Lo que sí puede ocurrir es que, en otra eventualidad, vuelvas a sufrir otra hemorragia.
De ser algo frecuente, podría tratarse de alguna patología, por lo que debes considerar evaluarte para que no surja de nuevo.
Ahora que ya conoces todo sobre el derrame ocular, te recomendamos consultar con un profesional para saber si presentas alguna causa o factor de riesgo aparente.
En Clínica OftalmoSalud, contamos con la mejor tecnología y los profesionales especializados para tratar tus problemas de vista y curar cualquier tipo de lesión ocular.
Solo debes solicitar una consulta oftalmológica y agendaremos tu próxima visita. ¡Te esperamos!
