Existen varias enfermedades de la córnea, pero un grupo de ellas destaca por ser las más comunes.
A nivel de concepto, la córnea es una estructura transparente que está ubicada en la parte frontal del ojo. En algunos casos, también se refieren a ella como “ventana transparente” y su función es dejar que la luz pase.
Al tener una función un tanto delicada, existe el riesgo de contraer ciertas enfermedades o afecciones que pueden producir desde una distorsión en la vista hasta una ceguera en el peor de los casos.
En este artículo, profundizaremos en las enfermedades de las córneas más comunes, con el fin de determinar el momento apropiado para acudir a un oftalmólogo. ¡Comencemos!
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La queratitis es la inflamación de la córnea, una afección que, en la mayoría de las ocasiones, tiene su origen en infecciones bacterianas, virales o fúngicas. Estos microorganismos, al entrar en contacto con la córnea del ojo, pueden alterar su salud y funcionalidad.
La opacidad o leucoma corneal se refiere a una marca o cicatriz que se forma en la córnea del ojo, a menudo como resultado de traumas pasados, infecciones no tratadas adecuadamente o incluso cirugías oculares previas.
Estas cicatrices actúan como una barrera que difracta o desvía la luz mientras esta atraviesa la córnea, lo que puede ocasionar una disminución en la claridad y calidad de la visión.
Es una de las enfermedades degenerativas de la córnea que hace que esta se adelgace y comience a adoptar una forma cónica. Este cambio puede generar visión borrosa y distorsionada.
El ojo seco es una condición común pero a menudo pasada por alto. Se caracteriza por una producción insuficiente de lágrimas o por una calidad deficiente de estas, lo que lleva a una lubricación inadecuada de la córnea del ojo.
Las lágrimas no solo proporcionan humedad, sino que también contienen enzimas, lípidos y mucinas que protegen y nutren la córnea. Sin una lubricación adecuada, los ojos pueden experimentar una variedad de síntomas molestos.
Las distrofias corneales comprenden un grupo de trastornos que afectan específicamente la córnea del ojo.
Estas condiciones, mayoritariamente hereditarias, causan un deterioro progresivo de las células corneales, llevando a cambios estructurales que pueden oscurecer, engrosar o deformar la córnea.
A medida que avanzan, las distrofias corneales pueden provocar síntomas como visión borrosa, dolor o sensibilidad a la luz.
Las lesiones en la córnea pueden ser el resultado de diversos factores, desde un roce accidental con una uña hasta el contacto con partículas extrañas, como polvo o arena.
Estas lesiones, aunque pueden parecer menores al principio, no deben tomarse a la ligera. Un rasguño en la córnea puede ser doloroso y, si no se trata adecuadamente, puede dar lugar a infecciones o complicaciones más graves.
El contacto con alérgenos puede inflamar la córnea del ojo, provocando picazón, enrojecimiento y lagrimeo.
Si experimentas algunos de los siguientes síntomas, es recomendable que acudas con un especialista en córnea:
Estas afecciones de la córnea pueden avanzar rápidamente y afectar tu visión permanentemente si no se tratan a tiempo.
Mediante un examen visual y algunas pruebas especializadas, el oftalmólogo evaluará la salud y estructura de tu córnea. Basándose en los hallazgos, te ofrecerá el tratamiento más adecuado para tu situación.
El tratamiento varía según la enfermedad ocular específica. Puede incluir gotas oftálmicas, lentes de contacto especiales o, en casos más severos, cirugía corneal. A continuación, detallamos cada uno de ellos:
Tratamiento con láser: este tratamiento está enfocado en tratar las distrofias corneales y otras afecciones oculares.
El médico puede hacer uso de la queratectomía fototerapéutica (PTK), con el objetivo de cambiar la forma de la córnea, como también de deshacerse del tejido cicatrizado y lograr aclarar la visión.
Cirugía de trasplante de córnea: podría ser que el daño de la córnea sea irreparable, por lo que es necesario la extracción del área dañada y que sea reemplazada con tejido corneal sano de un donante.
Córnea artificial: es una alternativa al trasplante de córnea. En este caso, los médicos solo reemplazan la córnea afectada con una artificial. Este método también se conoce como queratoprótesis (KPro).
Gotas oftálmicas: pueden ser antibióticas, antiinflamatorias o lubricantes. Se encargan de controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
Lentes de contacto especiales: mejoran la visión y ofrecen protección adicional. Estos pueden reducir el dolor en afecciones como el queratocono.
Recuerda que es vital seguir las indicaciones del especialista en córnea para garantizar una pronta recuperación.
A continuación, te damos unas recomendaciones importantes que debes considerar para prevenir las enfermedades de la córnea:
Ten presente que la córnea es el cristalino frontal del ojo que te permite enfocar la luz y ver con claridad. Por ello, su cuidado debe ser prioritario. ¡La prevención es la clave!
Ahora que conoces las enfermedades que afectan la córnea con mayor frecuencia, estás mejor equipado para proteger tu vista.
Siempre es bueno hacer cualquier tipo de descarte. Por ello, te invitamos a solicitar una consulta oftalmológica en Clínica de Ojos OftalmoSalud. Ponte en contacto con nosotros o escríbenos a nuestro chat de WhatsApp. ¡Te esperamos!