El leucoma corneal es una afección ocular que se origina por la opacificación de la córnea, bien sea por herpes, inflamaciones, traumatismos, otras enfermedades oculares o deficiencias de vitamina A en el cuerpo.

De hecho, es muy frecuente que esta afección se presente con una mancha blanca o grisácea en el ojo y otros síntomas, como enrojecimiento, dolor intenso o lagrimeo.

Es importante reconocer esta enfermedad y acudir al oftalmólogo cuanto antes, ya que puede afectar la visión de forma leve o crítica.

En este artículo, te mostraremos cómo puedes identificar el leucoma corneal, cuál es su tratamiento, qué riesgos tiene y cuáles son los cuidados post tratamiento. ¡Empecemos!

¿Qué es leucoma corneal?

La córnea es la capa transparente que cubre la parte delantera del ojo y que permite el paso de la luz al interior.

Su función es muy importante en la visión, ya que ayuda a enfocar las imágenes en la retina. Y para que cumpla con ello de forma correcta, debe ser transparente, lisa y sana.

En el caso de un leucoma corneal, aparece una opacidad o cicatriz que se forma en la córnea debido a una lesión, infección, inflamación o enfermedad, lo que impide que la luz se transmita de manera adecuada al interior del ojo, provocando una disminución de la agudeza visual y una distorsión de las imágenes.

Dependiendo del tamaño, la localización y el grado de opacidad del leucoma en la córnea, la afectación visual puede ser más o menos grave.

El leucoma se puede comparar con una catarata, pero en este caso la pérdida de transparencia ocurre en la córnea y no en el cristalino.

Síntomas del leucoma en la córnea

Los síntomas y principios del leucoma corneal pueden variar según su causa y gravedad. Los más habituales son:

  • Pérdida de la visión (total o parcial).
  • Visión borrosa, nublada o con halos alrededor de las luces.
  • Dolor ocular.
  • Sensación de cuerpo extraño.
  • Lagrimeo.
  • Enrojecimiento.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Materia o secreción saliendo del ojo.
  • Hinchazón de párpados.
  • Dificultad para conducir o realizar actividades cotidianas.
  • Mancha blanca en la córnea.

Causas de leucoma corneal

Los leucomas o cicatrices corneales se pueden originar por las siguientes causas:

  • Traumatismos oculares: golpes, cortes, quemaduras o cuerpos extraños pueden dañar la córnea y provocar una cicatrización anormal.
  • Infecciones oculares: bacterias, virus, hongos o parásitos pueden infectar la córnea y causar úlceras o queratitis que dejen secuelas en forma de leucoma.
  • Inflamaciones oculares: algunas enfermedades inflamatorias como el tracoma, la uveítis o el síndrome de Stevens-Johnson pueden afectar a la córnea y producir opacidades.
  • Enfermedades congénitas o hereditarias: algunas personas nacen con alteraciones en el desarrollo o el metabolismo de la córnea que favorecen la aparición de leucomas.
  • Queratocono: es una deformación progresiva de la córnea que hace que adquiera una forma cónica en lugar de curva. Esto provoca un adelgazamiento y un debilitamiento de la córnea que puede generar cicatrices.
  • Cirugías oculares previas: son intervenciones quirúrgicas, como la cirugía refractiva o el implante de anillos intracorneales, que pueden causar complicaciones que afecten a la transparencia de la córnea.
  • Sequedad ocular en estado avanzado: la falta de lágrimas en el ojo provoca que la córnea no cumpla su función de forma adecuada, y esto genera leucoma.

Tipos de leucoma corneal

Existen dos clasificaciones de leucomas corneales: según su ubicación en la córnea y según su origen. Veamos cada una de ellas.

Según su localización en la córnea:

  • Leucoma central: es el más grave, ya que afecta a la zona central de la córnea, donde se concentra mayor cantidad de luz. Produce una pérdida importante de visión y puede llegar a causar ceguera.
  • Leucoma periférico: el leucoma corneal periférico afecta la zona periférica de la córnea, y puede causar una pérdida leve o moderada de visión.
  • Leucoma marginal: afecta el borde de la córnea, y su incidencia en la visión del paciente es mínima.

Según su origen:

  • Leucoma corneal por cuerpo extraño: puede ser metal, madera, vidrio, arena o cualquier otro material que provoca abrasión o una perforación en la córnea, lo cual hace que el organismo cree una cicatrización blanca.
  • Leucoma corneal por herpes: el herpes infecta la córnea y causa una inflamación conocida como queratitis herpética, la cual produce pequeñas heridas que provocan cicatrización o leucoma.
  • Leucoma corneal congénito: cuando se produce por un defecto congénito en el desarrollo embrionario.
  • Otros tipos de leucomas corneales: infecciones, inflamaciones graves o una cirugía también pueden ocasionar leucoma en la córnea.

Diagnóstico de leucoma

Esta afección ocular solo se puede diagnosticar por un experto en oftalmología que realice una exploración profunda.

Es frecuente que la consulta comience con el análisis de la historia clínica y que después pase a una exploración de agudeza visual, biomicroscopía, topografía corneal y/o paquimetría.

Esto sirve para diagnosticar leucoma corneal en niños y adultos, y recomendar el mejor tratamiento según las necesidades específicas del paciente.

Tratamiento para leucoma corneal

El tratamiento para leucoma corneal dependerá de la causa, el tipo, el tamaño y la localización del leucoma.

Recuerda que este problema ocular no se puede resolver con una lente intraocular ni tampoco la córnea se regenera sola. En ese sentido, el leucoma corneal tiene cura solo con cirugía ocular.

Por supuesto, cuando la cicatrización es mínima (en la mayoría de casos, cuando se produce por otra afección ocular) se puede aplicar un tratamiento médico no quirúrgico.

En estos casos de leucomas muy leves, el tratamiento consiste en aplicar colirios o pomadas oftálmicas para aliviar los síntomas, prevenir las infecciones y reducir la inflamación.

También se pueden recetar lentes de contacto blandas o rígidas para mejorar la visión y proteger la córnea.

Ahora bien, el tratamiento para curar un cuadro clínico de leucoma corneal moderado o grave es el reemplazo de córnea, que tiene como objetivo reemplazar la córnea dañada por una córnea sana procedente de un donante.

Este tratamiento es necesario para los casos graves o avanzados de leucoma corneal que no responden al tratamiento médico.

El tipo de cirugía dependerá del tipo de leucoma corneal:

  • Trasplante de córnea total: se extrae toda la córnea enferma y se sutura una córnea nueva en su lugar. Es el tipo más antiguo y frecuente de trasplante de córnea. Tiene un tiempo de recuperación largo y un riesgo mayor de rechazo.
  • Trasplante de córnea parcial: el especialista extrae solo la parte afectada de la córnea y se agrega una parte nueva en su lugar. Su ventaja es que el tiempo de recuperación es menor, además de que el ojo lo asimila sin problemas.

¿Cómo es un trasplante de córnea?

Este tratamiento es un procedimiento que se realiza bajo anestesia local o general, y que puede durar hasta 2 horas.

El procedimiento para aplicar un trasplante de córnea es:

  1. El oftalmólogo marca con un lápiz especial el área de la córnea que va a extraer.
  2. Corta con un instrumento llamado trépano la parte enferma de la córnea del paciente y la retira, para luego colocar la parte nueva, que tiene el mismo tamaño y forma que la parte extraída.
  3. Sutura con puntos muy finos la córnea nueva a la córnea del paciente, asegurando que quede bien alineada y centrada.
  4. Finalmente, coloca un vendaje o un protector ocular sobre el ojo operado para protegerlo y evitar infecciones.

Riesgos y posibles complicaciones de la operación

Como toda cirugía, el trasplante de córnea también tiene sus riesgos. Algunos de estos son: rechazo a la nueva córnea, infecciones, sangrado, glaucoma y astigmatismo.

Por ello, es muy importante realizarlo en un centro autorizado para hacer trasplante de córnea, como lo es la Clínica de Ojos OftalmoSalud.

Cuidados para leucoma corneal

Los cuidados para evitar un leucoma corneal son los siguientes:

  • Evita los traumatismos oculares (golpes, contusiones, accidentes, perforaciones, etc.)
  • Prevén las infecciones oculares.
  • Controla las enfermedades sistémicas.
  • Sigue las indicaciones de tu oftalmólogo.
  • Cuida tu alimentación y mantén hábitos de estilo saludable.

Y tú, ¿has sentido alguno o varios de los síntomas del leucoma corneal descritos en este artículo? Si ese es tu caso, te recomendamos reservar una cita para acudir a una consulta oftalmológica en Clínica OftalmoSalud y así evitar que la afección avance.

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