La revisión oftalmológica para niños existe y debería ser considerada como una obligación para evitar cualquier problema ocular a futuro.
Y es que cuando son pequeños, los niños no tienen la capacidad de afirmar que ven bien o mal. En ese sentido, una consulta oftalmológica pediátrica detectará y prevendrá la pérdida visual que, en casos puntuales cuando no es tratada, podría llegar a ser irreversible.
Enfermedades como la ambliopía u ojo vago pueden suceder desde una edad temprana y ser irreversibles cuando se llega a una madurez visual (que es a partir de los 8 años de edad).
Por ello, en este artículo te mostramos el mejor momento para acudir a una revisión oftalmológica infantil. ¡Empecemos!
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Al poco tiempo de nacido, un médico especialista tiene el deber de hacer una pequeña prueba de reflejo rojo (es un indicador básico para determinar si los ojos están bien).
El reflejo rojo (mismo efecto que sucede al tomar una fotografía con flash). En el caso de que la luz o destello no regrese el reflejo rojo, posiblemente el niño requiera de unas pruebas adicionales.
Del mismo modo, deben hacerse exámenes más detallados sobre los bebés que nacen bajo una condición prematura o poseen mayor riesgo de padecer otros problemas oculares debido al factor hereditario de la familia, los distintos trastornos de la visión o signos de alguna enfermedad ocular.
Cuando el niño cumple el tiempo señalado, es momento de llevarlo a una segunda consulta oftalmológica durante el primer año de vida. En esta etapa, el médico especialista intenta detectar cualquier problema o anomalía. El encargado de la salud tiene el deber de:
Cuando el niño ya posee entre 1 y 3 años de vida, es recomendable hacer la revisión general con un especialista de la salud para determinar el progreso de la salud de los ojos. Podría incluirse alguna prueba de “fotoprotección” en donde se usa una cámara especial para capturar imágenes de los ojos del niño.
Dichas imágenes son útiles a la hora de hallar algún tipo de problema que pudiese provocar la ambliopía (ojo perezoso). En caso de que exista algún percance, el niño tendrá que ser remitido a un oftalmólogo.
Cuando un niño ya está entre 3 a 5 años de edad, es momento de pasar a un examen de la visión y alineación de los ojos. El profesional de la salud encargado de hacer esta prueba puede ser un pediatra, oftalmólogo, optómetra o un ortoptista.
Asimismo, es importante determinar el nivel de la agudeza visual del niño tan pronto posea la edad para leer la tabla optométrica. Algunos pequeños tienen un leve problema de hipermétropes, pero aun así, tienden a ver claramente, incluso si están a una distancia moderada.
Muchos niños no necesitarán anteojos, como tampoco de una corrección específica para su visión. En el caso de que mantenga problemas para leer la tabla optométrica correctamente, se suelen hacer exámenes fotométricos para evaluar su capacidad de visión.
Si durante el examen se determina que el niño posee problemas de ambliopía, miopía, hipermetropía, astigmatismo o algún problema de enfoque, es importante comenzar con un tratamiento para corregir el problema.
Los niños con 5 años a más, deben participar en algunas pruebas de agudeza visual y alineación. Dentro de esta edad, la miopía suele ser el problema más recurrente. La buena noticia es que puede corregirse con el uso de anteojos.
En estos casos, es el oftalmólogo especialista el encargado de revisar si un niño posee ojos desalineados o signos de cualquier otro problema visual.
La revisión oftalmológica infantil antes de ir a la escuela es muy importante porque puede:
Si tu hijo presenta alguno de los siguientes síntomas, lo recomendable es que acudas a una revisión oftalmológica infantil cuanto antes:
Además de explorar el nivel de agudeza visual que posee un niño, lo cual es importante para graduar su vista. Durante una consulta oftalmológica pediátrica, se hacen exámenes de refracción con la iniciativa de detectar errores de enfoque del ojo y así saber la graduación de forma precisa. Asimismo, es necesario hacer una exploración del fondo de ojo.
Para hacer estas pruebas de manera correcta, es indispensable una dilatación previa de las pupilas a través del colirio ciclopléjico, una gota que permite relajar la acomodación y dilatar la pupila del ojo.
Es necesario que desde temprana edad, los niños comiencen a cuidar sus ojos y sepan qué hacer ante algún problema o síntoma que afecte su visión. Para ello, te recomendamos algunos hábitos saludables:
Si detectas que tu hijo tiene algunos de los síntomas mencionados en este artículo o si hace algún tipo de queja relacionado a su visión, no dudes en solicitar una consulta oftalmológica pediátrica en OftalmoSalud. También puedes contactarnos a través del chat de WhatsApp. ¡Te esperamos!