El Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud) indicó que el 70% de los niños del país requieren de una operación de miopía u otro tratamiento alternativo, pues sufren de esta enfermedad ocular a tempranas edades.
Además, las estadísticas oficiales mostraron que el 60% de los casos de miopía son en adultos mayores, mientras que el 40% del total corresponde a menores de 18 años.
Sin duda alguna, estas son cifras alarmantes, ya que resaltan la gran cantidad de niños que necesitan de una operación de miopía en Perú, necesidad quirúrgica que aumenta cuando son adultos.
Por ello, en este artículo te explicaremos todos los detalles sobre la operación de ojos por miopía: en qué consiste, sus beneficios, cuándo se recomienda y cuándo no, el pre y post operatorio, cuáles son los métodos que se utilizan para llevarla a cabo y mucho más.
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La miopía es una condición visual donde los objetos cercanos se ven con total claridad, pero los lejanos aparecen borrosos.
Esto ocurre porque el ojo es más largo de lo normal o la córnea tiene demasiada curvatura, haciendo que la luz se enfoque en la estructura del ojo de forma incorrecta y dificultando la visión.
En ese sentido, la operación de la vista por miopía es un procedimiento quirúrgico que corrige este error refractivo, modificando la forma de la córnea para mejorar la visión.
El principal beneficio de la operación correctiva de miopía y astigmatismo es que el paciente pueda disfrutar de una mejor calidad visual para enfocar los objetos lejanos de manera nítida.
Pero, además, existen muchos otros beneficios que debemos mencionar:
La decisión de someterse a una operación de miopía es personal y debe discutirse con un oftalmólogo calificado.
Sin embargo, en la mayoría de casos se recomienda considerar este procedimiento cuando la miopía se ha estabilizado, lo que suele ocurrir alrededor de los 18 a 21 años de edad.
Esto asegura que los resultados de la cirugía sean duraderos y efectivos.
Aunque la operación de miopía es una opción viable para muchas personas, no es adecuada para todos los casos.
Por ejemplo, si tienes un grado extremadamente alto de miopía o si tienes ciertas enfermedades oculares preexistentes, es posible que no seas un candidato adecuado para este procedimiento.
Por otro lado, tampoco se recomienda esta cirugía si tienes una herida o cicatriz importante en tu córnea, además de que tampoco es adecuada si padeces de herpes, inflamación en los párpados o blefaritis.
Es importante discutir tus preocupaciones y expectativas con tu oftalmólogo para determinar si la cirugía refractiva es adecuada para ti.
Recuerda que solo el experto es el calificado para determinar si eres o no un paciente apto para esta operación ocular.
Es natural preocuparse por los riesgos asociados con cualquier procedimiento médico.
Sin embargo, los riesgos de la operación de miopía son mínimos porque la tecnología médica utilizada hoy en día para realizar este tipo de operaciones ha evolucionado de manera exponencial en los últimos años. Se considera un procedimiento seguro y efectivo para la corrección de la visión.
Como con cualquier cirugía, existen algunos riesgos potenciales, pero tu oftalmólogo trabajará contigo para minimizar estos riesgos y garantizar los mejores resultados posibles.
Pese a ello, es bueno que conozcas los posibles riesgos a los que te expones con esta operación:
Las pruebas que se realizan previo a la operación de miopía incluyen:
Existen varias técnicas quirúrgicas para corregir la miopía, cada una con sus propias ventajas y consideraciones.
Las tres técnicas más comunes son la cirugía LASIK, el PRK y la implantación de lente intraocular. Veamos en qué consiste cada operación de miopía:
La operación de miopía con la técnica LASIK (queratomileusis in situ asistida por láser) es un procedimiento quirúrgico refractivo que corrige la miopía, así como la hipermetropía y el astigmatismo.
Es el método más popular y utilizado en la actualidad para operar la miopía.
Para el proceso, se utiliza un instrumento llamado microquerátomo o un láser de femtosegundo para crear un colgajo delgado en la superficie de la córnea.
Este colgajo se levanta suavemente y se pliega hacia atrás, revelando el tejido corneal subyacente.
Después, se procede a la remodelación de la córnea del ojo con el láser, cuyo proceso se realiza con un láser de excímeros para eliminar con precisión pequeñas cantidades de tejido corneal, modificando así la forma de la córnea para corregir la miopía.
La cantidad de tejido que se elimina depende de la graduación del paciente y de la cantidad de corrección necesaria.
Una vez completada la remodelación corneal, el colgajo se vuelve a colocar en su posición original sin necesidad de puntos de sutura.
Este colgajo se adhiere de manera natural a la córnea en cuestión de minutos debido a las fuerzas de succión naturales del ojo. Y, finalmente, empiezan los cuidados para la post-operación.
Esta operación implica la eliminación directa de una fina capa de células superficiales de la córnea, sin crear un colgajo corneal como en la cirugía LASIK.
Una vez expuesta la capa subyacente de la córnea, se utiliza un láser de excímeros para remodelarla y corregir la miopía.
A diferencia del LASIK, el PRK puede resultar en una recuperación visual más lenta y una mayor incomodidad inicial, ya que la córnea necesita más tiempo para regenerar las células eliminadas.
Sin embargo, esta técnica es adecuada para pacientes con córneas delgadas o aquellos que no son candidatos adecuados para el LASIK, y puede ofrecer resultados excelentes a largo plazo.
Esta técnica se utiliza en casos de miopía extrema o cuando el grosor de la córnea no es suficiente para realizar LASIK o PRK.
Durante el procedimiento, se coloca una lente artificial dentro del ojo para corregir la visión.
Los cuidados después de la operación de miopía y astigmatismo son:
La operación de miopía puede corregir tu visión y reducir o eliminar tu dependencia de anteojos o lentillas.
Pero, es importante recordar que la miopía es una condición refractiva y puede persistir incluso después de la cirugía.
Es posible que aún necesites correcciones visuales mínimas en ciertas situaciones, pero en general, la cirugía refractiva mejorará en gran medida tu calidad de vida y tu experiencia visual.
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