La catarata congénita es una condición que afecta a la visión desde el nacimiento o durante los primeros meses de vida, y se produce cuando el cristalino, la lente natural del ojo que enfoca la luz, se vuelve opaca o turbia, impidiendo que la imagen se forme correctamente en la retina.

Este tipo de afección ocular puede tener diferentes causas, síntomas y tipos, y puede afectar a uno o a ambos ojos.

Incluso, hay casos en los que puede ser una señal de que hay otro problema de salud más grave.

Por ello, es muy importante detectarla y tratarla lo antes posible, para evitar que el niño sufra problemas de visión permanentes o incluso ceguera.

En este artículo, te explicaremos todo lo que debes saber sobre la catarata congénita: qué es, cómo se detecta, qué tipos hay, qué lo provoca, qué tratamiento se puede aplicar y qué complicaciones puede tener.

Además, te daremos algunos consejos para prevenir la catarata congénita en niños, de forma que puedas estar informado y preparado para cuidar de la salud visual de tu hijo.

¿Qué es catarata congénita?

La catarata congénita es una anomalía ocular relacionada con la opacidad o el enturbiamiento del cristalino, lo que también se le conoce como cataratas en niños o bebés.

Es una condición poco frecuente que afecta a entre 1 y 6 de cada 10.000 recién nacidos, lo que muestra que sus índices de aparición son bajos.

Sin embargo, es una de las principales causas de discapacidad visual y ceguera infantil en el mundo, en especial en los países en desarrollo, donde el acceso a la detección y el tratamiento es limitado.

Síntomas de cataratas congénitas

Los síntomas de cataratas congénitas varían según el tipo y el avance de la enfermedad. Los signos más comunes son:

  • Bebés que no están visualmente conscientes del mundo que los rodea.
  • Visión borrosa, nublada o con manchas.
  • Falta del brillo rojo en las fotos.
  • Dificultad para enfocar los objetos que se encuentran cercanos o lejanos.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Deslumbramiento o reflejos.
  • Movimientos oculares muy rápidos e involuntarios (nistagmo).
  • Desviación o desalineación de los ojos (estrabismo en niños).
  • Cambio de color del iris o de la pupila, que puede aparecer blanca, gris o amarillenta.

Causas de la catarata congénita

Las causas de la catarata congénita infantil son:

  • Causas hereditarias: son aquellas que se transmiten de padres a hijos a través de los genes. Algunas de las enfermedades genéticas que pueden provocar catarata congénita son:
    • Síndrome de Down.
    • Síndrome de Marfan.
    • Síndrome de Alport.
    • Síndrome de Lowe.
    • Galactosemia.
    • Trisomía 13 o 18.
  • Causas no hereditarias: se deben a factores externos que afectan al desarrollo del cristalino durante el embarazo o después del nacimiento, y son:
    • Infecciones maternas durante el embarazo, como rubéola, toxoplasmosis, herpes, sífilis o varicela.
    • Traumatismos oculares, como golpes, cortes o quemaduras.
    • Radiaciones o exposición a sustancias tóxicas.
    • Medicamentos que pueden dañar el cristalino, como corticoides o quimioterapia.
    • Enfermedades metabólicas, como diabetes o hipocalcemia.
    • Prematuridad, también llamado bajo peso al nacer.

Por otro lado, hay casos en los que no se conoce la causa exacta de la catarata congénita en recién nacidos, lo cual le da el nombre de idiopática.

Tipos de cataratas congénitas

La catarata congénita se puede clasificar según el ojo afectado, el grado de opacidad y la localización dentro del cristalino.

Según estos criterios, los tipos de cataratas congénitas más frecuentes son:

Unilaterales

La catarata congénita unilateral es aquella que afecta a un solo ojo, mientras que el otro tiene una visión normal.

Representa el 40% de los casos de esta enfermedad visual, y suele ser más grave y difícil de tratar, ya que el ojo sano compensa la visión del ojo afectado y el cerebro se acostumbra a ignorar la imagen borrosa.

Esto puede provocar que el ojo con catarata pierda la capacidad de ver con nitidez, lo que se conoce como ambliopía u ojo vago.

Bilaterales

Son las que afectan a ambos ojos, con mayor o menor grado de opacidad, y se ven en el 60% de los casos de catarata congénita.

Por supuesto, este tipo de catarata en niños es mucho más sencilla de detectar y tratar, ya que los síntomas son más evidentes y el cerebro recibe imágenes borrosas de ambos ojos, lo que estimula el desarrollo visual.

Polares

Se localizan en los polos del cristalino, es decir, en la parte anterior o posterior, y, en la mayoría de los casos, son pequeñas y no afectan mucho a la visión, por lo que pueden no requerir tratamiento.

Sin embargo, pueden estar asociadas a otras anomalías oculares, como el coloboma, que es un defecto en el desarrollo del iris, la coroides o la retina.

Nucleares

En este caso, se ubican en el núcleo del cristalino, que es la parte central del ojo, y son más grandes que las anteriores.

Además, su afectación a la salud visual del paciente es mayor. Por ello, para evitar graves consecuencias de la catarata congénita, se procede a una intervención quirúrgica que dé solución eficaz al problema.

Pueden estar causadas por infecciones maternas durante el embarazo, como la rubéola.

Cerúleo

Las cataratas tipo cerúleo son hereditarias, no afectan mucho la visión y tienen las características de tener pequeños puntos blancos o azulados en la corteza del cristalino.

Y, aunque no exigen tratamiento, pueden progresar con el tiempo y afectar al núcleo del cristalino, lo cual empeora la visión.

¿Cómo se detecta?

Se recomienda que todos los recién nacidos se sometan a un examen ocular completo antes de salir del hospital o durante los primeros días de vida. Este examen consiste en:

  • Analizar los antecedentes de la catarata congénita de los familiares del paciente.
  • Observar el aspecto externo de los ojos, el color del iris y la pupila, y la presencia de reflejos o desviaciones.
  • Realizar el test del reflejo rojo, que consiste en proyectar una luz sobre el ojo y observar el color que se refleja en la pupila. Si el reflejo es rojo, significa que el cristalino está transparente y que la retina está sana. Pero, si el reflejo es blanco, gris o amarillo, es un indicio de que hay una opacidad en el cristalino o en la retina, que puede ser una catarata o una retinoblastoma, un tipo de cáncer ocular.
  • Dilatar la pupila con unas gotas especiales y examinar el interior del ojo con un instrumento llamado oftalmoscopio, que permite ver el cristalino, la retina y el nervio óptico con detalle.

Si el examen ocular revela la presencia de una catarata congénita, el oftalmólogo realizará otras pruebas complementarias para determinar el tipo, la extensión y la causa de la catarata, así como para descartar otras anomalías oculares o sistémicas. Estas pruebas pueden incluir:

  • Ecografía ocular.
  • Potenciales visuales evocados.
  • Estudio genético.
  • Análisis de sangre y orina.

¿Qué otros problemas ocurren con la catarata congénita en recién nacidos?

Esta enfermedad visual puede generar las siguientes afecciones:

  • Glaucoma.
  • Retinopatía del prematuro.
  • Retinoblastoma.
  • Sordera.
  • Retraso mental.

Tratamiento para la catarata congénita

El tratamiento para la catarata congénita consiste en extraer el cristalino opaco y reemplazarlo por una lente artificial transparente, que se llama lente intraocular.

La cirugía se realiza bajo anestesia general y suele durar entre 30 y 60 minutos.

Lo mejor de todo es que la recuperación es rápida y el niño puede volver a casa el mismo día o al día siguiente.

Además del tratamiento para la catarata congénita, el niño puede necesitar otros tratamientos complementarios para mejorar su visión y su desarrollo visual, como la oclusión, la estimulación visual o la rehabilitación visual.

Posibles complicaciones

Algunas de las complicaciones que se podrían generar son:

  • Infección, inflamación o sangrado en el ojo operado.
  • Desplazamiento o rechazo de la lente intraocular.
  • Opacificación de la cápsula posterior.
  • Desarrollo de una nueva catarata.

¿Qué pasa si no se opera?

Sin duda alguna, existen consecuencias graves si no se realiza la operación de cataratas congénitas en niños.

Para empezar, puede perder la vista parcial o completamente; también puede desarrollar ojo vago o estrabismo; y, por último, puede crecer con una autoestima baja que afecte su vida social y profesional.

¿Se puede prevenir la catarata congénita en niños?

La catarata congénita no se puede prevenir en todos los casos, ya que hay factores que no se pueden controlar, como los genéticos o los desconocidos.

Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de que el niño nazca con catarata congénita o para detectarla lo antes posible. Algunas de estas medidas son:

  • Acudir al médico antes y durante el embarazo, para recibir un control prenatal adecuado.
  • Llevar una alimentación sana y equilibrada.
  • Evitar el consumo de alcohol, tabaco, drogas o medicamentos que no hayan sido recetados por el médico.
  • Conocer la importancia del ácido fólico y consumirlo a diario en el embarazo.
  • Proteger los ojos del sol, usando gafas de sol con filtro UV.
  • Realizar un examen ocular al recién nacido antes de salir del hospital.
  • Acudir al oftalmólogo periódicamente.

Si quieres realizarle un análisis oftalmológico completo a tu bebé o niño, en Clínica de Ojos OftalmoSalud te invitamos a solicitar una cita para nuestra especialidad de Cataratas, y nuestros expertos te ayudarán. ¡Cuidemos la salud visual de los más pequeños!

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